Nacida en 1977, Montse Caraballo es una polifacética creadora sevillana que se ha dedicado, desde sus años de formación como artista, a diversas disciplinas entre las que destaca la pintura. Desde muy joven comienza a presentar su obra en una gran cantidad de exposiciones colectivas en ciudades como Sevilla, Córdoba, Cáceres, Barcelona, Huelva, Cádiz, Almería, Granada, Valencia, Málaga o Madrid, entre otras. En los últimos años sus exposiciones individuales han ido en aumento y el reconocimiento internacional le ha llevado a presentar algunas de sus obras en Amsterdam, Nueva York, Tokyo, Seúl, Shangai, Nueva Delhi o Fröstrüp (Dinamarca).
Creadora incansable y perfeccionista, siempre en constante búsqueda de la depuración técnica y formal para dar lo mejor de sí misma, en su obra encontramos influencias diversas que van desde el Barroco español hasta creadores contemporáneos como Edward Hopper, David Hockney, John Currin o Kara Walker, pasando por los impresionistas y los expresionistas alemanes.
En su producción pictórica encontramos una notable evolución en la que la precisión dibujística va ganando terreno sin que por ello se renuncie a una gama cromática rica en matices. Paralelamente, no obstante, ha ido desarrollando un interés creciente por el dibujo en obras aparentemente menores, pero llenas de sensibilidad y dobles lecturas.
Aunque los temas abordados son amplios y variados a lo largo de su trayectoria, el interés por el medio ambiente ocupa un lugar primordial, siendo su tratamiento sobre el mundo animal sumamente interesante, como bien se pudo comprobar en la exposición organizada por Capital Animal en Madrid en el año 2016, y que nos habla de una artista cada vez más implicada en la defensa de los derechos de los animales.

Texto: Gonzalo González Valencia